Monasterio de San Xiao de Samos

Situado en el municipio de Samos, en pleno Camino de Santiago, fue fundado en el siglo VI por San Martiño de Dumio y renovado por San Fructuoso en el siglo VII. Fue lugar de refugio del futuro rey asturiano Alfonso II el Casto.

Desde el año 960 se implanta la regla de San Benito y en el siglo XII se adscribe a la reforma de Cluny. En el siglo XVI se integra en San Benito el Real de Valladolid. Tras un incendio se reforma totalmente.

La iglesia actual fue construida entre 1734 y 1748. La imagen de San Xiao en el retablo es obra de José Ferreiro. Posee dos claustros. El grande se construyó entre 1685 y 1689 y es, entre todos los de la Península, el que mayor superficie tiene. El claustro pequeño fue construido entre los años 1539 y 1582.

Monasterio de Oia

Los orígenes de este monasterio se remontan al siglo XII. En 1185 se adscribe a la Orden del Císter. Actuó como fortaleza que hacía frente a las incursiones piratas. En el año 1624, desde aquí se provocó el hundimiento y fuga de cinco bajeles piratas. Desde entonces a los monjes se les conoció con el sobrenombre de "monjes artilleros". Felipe IV les concedió por ello nuevos privilegios y donaciones y le confirmó el título de Real e Imperial Monasterio de Santa María de Oia.

La desamortización hace que los monjes abandonen el monasterio. Su iglesia pasa a ser iglesia parroquial. En 1910 los jesuitas establecen allí un colegio, abandonado en 1932. Fue cárcel durante la Guerra Civil. Hoy está pendiente de ejecutar un proyecto de rehabilitación para establecimiento turístico.

Castillo de Nogueirosa

Situado en el municipio de Pontedeume, fue construido en el siglo XIV por Fernán Pérez de Andrade y reedificado tras su destrucción en la revuelta irmandiña.

Está ubicado en un lugar estratégico, dominando visualmente las tierras del señorío de los Andrade. La planta se adapta al peñasco en que se asienta, la peña Leboreiro. Está defendido por un foso y su puerta de entrada está flanqueada por dos torres.

Destaca la imponente torre del homenaje que dispone de tres pisos con un total de veinte metros de altura. Dispone de planta subterránea y destaca en su fachada el sistema de recogida de agua de lluvia que se canaliza directamente al pozo.

A principios del siglo XX su propietario, el Duque de Alba, realizó obras de restauración que fueron proyectadas por el arquitecto Tenreiro.

As vilas: Allariz

Esta vila ourensá foi fundada polos suevos co nome de Vila Aliaricii. No século XI Alfonso VI levantou un castelo e murallas. Foi Alfonso VII quen lle otorgou o carácter de vila de realengo. En Allariz foi educado de novo Alfonso X o Sabio.

O seu casco histórico é un exemplo de conservación e rehabilitación. Conta con edificios de notable interese, como a Igrexa de Santiago, do século XII, a Casa-torre de Castro Ojea, do século XVI, o Convento de Sta. Clara, fundado pola muller de Alfonso X, a Igrexa de Sto. Estevo e o barrio xudeu de Socastelo.

Conta cun Parque Etnográfico nas beiras do río Arnoia que abarca o Muíño do Burato, a Fábrica de Curtidos e o Museu do Tecido.

Hace 81 años que internacionalmente se reconoce a Galicia como nación

Entre el 16 y 18 de Septiembre de 1933 se reunía en Berna el IX Congreso de las Nacionalidades Europeas bajo el amparo de la Sociedad de Naciones. Se trataba de abordar el problema de las minorías nacionales después de la recomposición del mapa político europeo tras la I Guerra Mundial.

Después de un informe realizado por el Secretario General del Congreso, se decidió admitir la presencia de Galicia, reconociendo así su carácter nacional. El delegado que la representó fue Plácido R. Castro, destacado miembro del Partido Galeguista. Según se cuenta en A NOSA TERRA, el objetivo de la delegación gallega no era otro que "universalizar Galicia", hacer que Europa la conozca y conocer mejor Europa, así como mantener relación con todos los movimientos similares al nacionalismo gallego.

Fue así como a nivel internacional un organismo de la Sociedad de Naciones reconoció el carácter nacional de Galicia, el reconocimiento interno en el estado español aún tendrá un largo recorrido.

Leyendas: Ero de Armenteira

Su historia aparece contada en las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio.

Ero era un noble gallego del siglo XII que, por intercesión de la Virgen María, fundó el monasterio de Armenteira allí donde tenía su palacio.

Ero, ya como abad, rogaba a la Virgen que le permitiera saber en vida como era el Paraíso. Salió un día del monasterio y, paseando por los bosques cercanos, se detuvo a escuchar el canto de un pájaro. Regresó al cenobio y preguntó por los monjes que allí había dejado. Nadie supo responderle y a él nadie le reconocía. En el instante aquel del canto del pájaro habían transcurrido trescientos años. Comprendió Ero el milagro y fue a postrarse a los pies de la Virgen de Armenteira. Allí quedó muerto San Ero, permitiéndosele así conocer de verdad la eternidad del Paraíso.

Pedro Fernández de Castro y Andrade (1576-1622)

Fue VII Conde de Lemos, IV Marqués de Sarria, V Conde de Vilalba,... Presidente del Consejo de Indias, Virrey de Nápoles, Presidente del Consejo Supremo de Italia,...Alguacil Mayor del Reino de Galicia.

Tuvo a su servicio, como secretario personal, a Lope de Vega quién dijo del Conde "yo que tantas veces a sus pies, cual perro fiel, he dormido". Fue mecenas de Góngora y Cervantes. Este último le dedica las obras Los trabajos de Persiles y Segismunda, la segunda parte de El Quijote, las Novelas Ejemplares y Comedias y entremeses. En el lecho de muerte, el último escrito de Cervantes es una carta dirigida al Conde de Lemos.

Pedro Fernández de Castro es autor de poemas, comedias, obras de teatro y cartas de un alto valor literario. Las obras de mayor trascendencia son las de carácter político fantástico en defensa del Reino de Galicia. Es "El búho gallego haciendo corte con las demás aves de España" un alegato en la defensa del Reino y su derecho a voto en las Cortes.

Las intrigas palaciegas frustraron las aspiraciones del Conde. Caído en desgracia en la Corte, se retira a Monforte. Sólo regresa a Madrid con ocasión de la enfermedad de su madre. Apenas vive unos años más en su palacio de la madrileña plaza de Santiago. De su fallecimiento dice Lope de Vega "mucho ay que hablar, que no es para papel", aludiendo a una posible conspiración cortesana contra él.

San Xiao de Moraime

Situado en el actual municipio de Muxía, fue contruída en el sigo XII. Fue iglesia monacal y consta que este cenobio fue fundado en el siglo XI, que fue asaltado por los normandos en el año 1105 y por los sarracenos en 1115.

Estuvo vinculado a los condes de Traba y la reconstrucción última se realiza gracias a la donación del monarca Alfonso VII de Castilla. Aquí, siendo niño, encontró refugio este monarca, en medio de las disputas entre su madre, la reina doña Urraca, y el arzobispo Xelmirez.

A partir de la segunda mitad del S.XIV empieza su decadencia. Pasa a depender, primero, del monasterio de San Martiño Pinario de Compostela y, después, por orden de los Reyes Católicos, del Real Monasterio de San Benito de Valladolid.

La iglesia de San Xiao de Moraime es uno de los mejores ejemplos del arte románico de Galicia.

Castillo de San Antón

Fue construido en el siglo XVI para, con los castillos de Santa Cruz y San Diego, conformar la defensa de la bahía de A Coruña.

En 1589, a pesar de no estar finalizada su construcción, pone de manifiesto su eficacia ante el ataque de la armada de Drake. A partir del siglo XVIII se convirtió en prisión.

Es prototipo de fortaleza renacentista. Cuenta con una estructura alargada con un frente de semibaluartes en la entrada. El lado que mira hacia la ría termina en una plataforma estrellada donde ubicar la artillería.

Hoy en día alberga el museo arqueológico provincial.

 

A lenda da serea de Fisterra

Ao redor do ano mil, un cabaleiro da saga dos Mariño camiñaba pola beiramar. Un esbarón precipitouno ao mar e alí loitaba coas ondas, das que non se podía liberar. No seu auxilio acodiu a entón afamada serea de Fisterra, mitade muller, mitade peixe, de ollos claros, pelo rubio e longo, corpo feminino fermoso.